Lema

Pastoral

Cada año nuestra animación Pastoral gira en torno a un lema que da sentido a las acciones que realizamos, entorno a unos valores que cambian cada curso.

Amor

 

  • Descubrir las pequeñas acciones que expresan amor en la vida cotidiana.
  • Ser consciente de cómo manifiesto el amor hacia los demás a través de mis palabras y acciones.
  • Buscar ejemplos de personas que viven el amor auténtico y tomar inspiración de ellos.
  • Fomentar el respeto y la comprensión mutua en todas mis relaciones.
  • Recordar que el amor es la base de toda relación sincera y profunda.

 Justicia

  • Reconocer y defender los derechos de los demás, especialmente de aquellos que son vulnerables.
  • Ser consciente de cómo mis decisiones y acciones impactan a los demás.
  • Buscar ejemplos de personas que luchan por la justicia y aprender de su compromiso.
  • Promover la equidad y el respeto en todos los ámbitos de la vida.
  • Recordar que la justicia es un valor esencial para construir una sociedad más humana y solidaria.

 Paciencia

  • Aprender a esperar con serenidad los procesos y resultados en la vida diaria.
  • Ser consciente de cómo reacciono ante las dificultades y contratiempos.
  • Buscar ejemplos de personas que practican la paciencia y tomar inspiración de su actitud.
  • Fomentar la comprensión y la calma en situaciones que generan estrés o frustración.
  • Recordar que la paciencia es una virtud que fortalece el espíritu y la convivencia.

 ¡Brilla!

Ser luz para los demás es siempre POTENCIAR A LA PERSONA. Ser luz para los demás es escuchar sin juzgar, generando esa intimidad sanadora de quien necesita abrirse para curarse. Ser luz es despertar y provocar sonrisas en los demás. Ser luz para los demás es llorar y dar calor en los momentos más difíciles. Ser luz para los demás es aguantar cuando el otro está sufriendo por algo que lo lleva a generar oscuridad; estar ahí, dejando que el chaparrón caiga para después recoger los pedazos y ser luz.
Todos estamos llamados a iluminar, a ser luz, de una manera profunda, desde el corazón.

Es nuestra primera vocación, la que debemos enseñar a nuestro alumnado y la que debemos fomentar en los demás.